Hace dos años Zuckerberg descubrió que debía pagar lo que durante 70 años fue gratis. Los despidos masivos fueron su solución al problema 5l2r3u

  • Los impuestos relativos a la Investigación y Desarrollo le han dado la vuelta a muchas empresas 2wz4y

  • Una ley de 1954 explica qué es lo que ha ocurrido con ese cambio 2z1u1i

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Rubén Márquez

Editor - Trivia
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Rubén Márquez

Editor - Trivia

En 2017 el gobierno de EEUU realizó un cambio que pasó bajo el radar de la mayoría de economistas. Entre sus cambios de impuestos estaba una vieja ley con 70 años de historia que, sin que nos demos cuenta de su peligro, puede haber provocado la lluvia de despidos que hemos estado viviendo durante los últimos años en la industria tecnológica.

La clave está en la Sección 174 del Código Fiscal estadounidense. En firme desde 1954, la ley permitía deducir el 100% del gasto fiscal en Investigación y Desarrollo, incluidos los salarios de los trabajadores dentro de los grupos de I+D de las compañías, sin embargo eso cambió en 2017.

La ley de hace 70 años que explica los despidos actuales v1h61

De la mano de los cambios de la istración destinados a bajar impuestos, reducir el de sociedades se convirtió en la gran bandera sobre la que apoyar la medida, pero lo que no trascendió fue que, para compensarlo, se metió mano a esa ley fiscal sobre los sueldos en departamentos de I+D.

El resultado llegaría poco después cuando en las declaraciones de 2022, presentadas en 2023, las facturas fiscales vieron cómo lo que antes salía gratis, había dejado de serlo. Lo que hasta el momento habían metido a granel en investigación y desarrollo en forma de sueldos mastodónticos, para que saliese más barato atraer a gente con cifras absolutamente descabelladas, de buenas a primeras había que pagarlo en forma de impuestos adicionales. Y claro, pasó lo que pasó.

Decir que estás echando gente porque llevas años sin pasar por caja para pagar impuestos está feo, pero recurrir a la excusa de la pandemia y el boom de la IA, en cambio, goza de una narrativa mucho más llamativa de cara al gran público y los inversores. Que gran parte de los despidos se hayan producido entre equipos de ingenieros de compañías como Meta, Microsoft o Google coincidiendo con el fin de ese escudo fiscal es, cuanto menos, tan llamativo como sospechoso.

Imagen | OpenAI

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